LA VISITA AL CASTILLO DE BELMONTE

¡Qué nervios! ¡Qué ilusión! ¡Qué nos vamos de excursión! ¿A dónde? ¡Al Castillo de Belmonte! Muchos de nosotros no dormimos como acostumbramos por culpa de los nervios y de pensar que al día siguiente teníamos una cita con la historia. Visitaríamos todos juntos un castillo real con muchos siglos de antigüedad, y no de cartón ni de papel como los hacemos en el cole. Nos reunimos y adelante, todos en fila a montar al autobús.

Cinturones abrochados, en parejas en los asientos, con las mochilas encima de nuestras cabezas y a cruzar los dedos para que nadie se maree. ¡En marcha!

Parece increíble pero cierto; nada más arrancar, algunos compañeros se quedaron "fritos". "Que nos despierten al llegar", pensarán. El profe, tan contento.

Y mientras, el resto nos dedicamos a hablar, a cantar y a observar el paisaje que íbamos dejando atrás. Fue un buen momento para cantar la canción de "Carrefour", desde hace días nuestro segundo lugar favorito. No lo entendéis, pero nosotros sabemos bien de lo que hablamos.

Y no podíamos dejar pasar la oportunidad de recitar la poesía de "Cómo se dibuja un castillo"; o ahora o nunca.

Salimos 19 niños y niñas en dirección a Belmonte, pero al llegar a las puertas del castillo fuimos una más; AITANA, o mejor dicho la princesa AITANA nos estaba esperando para darnos la bienvenida al castillo. Parecía que se había quedado allí a dormir y ese lugar fuese su hogar. Nosotros, tan contentos.

El puente levadizo del castillo estaba bajado y se podía cruzar por él. Se nota que no nos vieron con pintas de ser enemigos y nos dejaron pasar sin problemas. ¡Adelante!

Una doncella y un caballero con unas caras que nos resultaron familiares nos recibieron a las puertas del castillo. ¿A ti también te suenan, AITANA?

Era más temprano de lo normal para almorzar, pero por una extraña razón teníamos ya a las 10 un hambre atroz. También influiría el saber que en la mochila llevábamos el almuerzo y unas cuantas chuches. ¡A comer todo el mundo entre murallas y torres!

No lo hemos comentado aún, pero nada más pasar al castillo nos vistieron como auténticos soldadillos y soldadillas, con unos petos con símbolos heráldicos. Así estábamos más ambientados.

Y llegó el momento en el que dos caballeros del castillo salieron marchando hacia nosotros para recibirnos y presentarse. Eran los caballeros Braulio y Ambrosio, y nos hicieron reír un montón.

Estos dos caballeros tan disparatados se encargaron de enseñarnos algunas partes del castillo y de explicarnos su historia y varias curiosidades. Fue muy entretenido, sobre todo cuando nos mostraron cómo se usa la espada y cómo se usa una ballesta. SAÚL y MARCE pudieron practicar con ellos de forma magistral.

Y cuando menos lo esperábamos, apareció de repente un nuevo personaje que vivía en el castillo. Era Pepón, el bufón de la corte, y nos lo encontramos dormido encima del pozo del patio de armas. ¡Despierta, Pepón!

Entre tanta sorpresa tuvimos un hueco para entrar en la armería y ver armaduras resplandecientes, como nuevas.

Pepón nos condujo por varias dependencias del castillo. Las que más nos alucinó fueron las mazmorras. Estaban en la parte de abajo y eran muy oscuras. Había calabozos y puertas de barrotes, y en una de ellas estaba el prisionero Manolito; daba todo bastante miedo y respeto. No nos gustaría quedarnos una noche a dormir en las mazmorras. ¡Qué miedo y qué frío!

Pero Pepón tenía un plan; él está enamorado de la princesa del castillo, y es un amor correspondido. La princesa y Pepón tienen pensado escaparse una noche por los pasadizos secretos del castillo. Pero antes, conozcamos a la princesa a ver qué nos cuenta ella.

Hemos prometido guardarles el secreto al bufón y al princesa; es turno de conocer al Señor del castillo. Para dar buena imagen, la princesa nos ha enseñado cómo hacer una reverencia ante un noble como el que vamos a conocer.

Como le hemos caído en gracia al Señor del castillo de Belmonte, nos ha nombrado caballeros y caballeras, y después nos ha enseñado cómo se divierten en los castillos con los bailes reales. MARTA ha sido la pareja de baile de este personaje tan importante.

Sólo nos quedó por conocer a otra dama muy importante que esperaba en sus dependencias. Dimos muchas vueltas por el castillo y las fuerzas empezaban a flojear. Vivir en un castillo es agotador, con tantas salas, con tantas escaleras, con tan pocas comodidades... Nos gustan más nuestras casas y más aún después de conocer unas auténticas mazmorras. ¡Venga, vamos a recoger y al autobús! ¡Volvemos a Miguel Esteban! 

De recuerdo de nuestra visita al Castillo de Belmonte nos han regalado a cada uno un librito con dibujos y explicaciones sobre el castillo. En el viaje de vuelta nos hemos entretenido echándole un ojo, o al menos lo hemos intentado hasta que el sueño a alguno nos ha vencido.

El reto que teníamos pendiente era escribir el nombre y apellidos de nuestra mamá y buscar y contar su vocales. Como AITOR ya hizo esta misión en el reto para los papás, pensó en su abuelo y en su hermanita para hacer el reto. ¡Qué crack, AITOR!

En el chat del blog debíamos decir dónde llevaríamos de excursión nosotros a nuestros compis para pasarlo genial; AITANA nos llevaría a China para probar la comida china. ¡Jeje! Y MARCE nos llevaría a Madrid, porque allí hay unos parque muy grandes que él conoce. ¡Genial!

El reto de este fin de semana vuelve a ser el de recitar una poesía. La poesía que nos toca recitar en familia y grabar en vídeo es la del Fantasma Polillo, el que tiene siempre muy limpio su castillo. Puede ser que Polillo haya estado limpiando también el Castillo de Belmonte porque estaba flamante y reluciente. ¡Hasta las mazmorras estaban limpias! 

Y en el chat del blog debemos contar qué es lo que más nos ha gustado de la visita al Castillo de Belmonte. 

¡Nos vemos la semana que viene! ¡Y vaya semana que nos espera! ¡Ya veréis!