LA POESÍA DE LA VENDIMIA

¿Qué tal, cómo estáis todos y todas? Nosotros muy bien, gracias. Hoy ha sido el primer día que hemos ido la mañana entera al cole del dragón; igual que los niños mayores. Y la verdad es que no se nos ha hecho muy larga; como hemos estado cambiando de actividad muchas veces, no nos ha dado tiempo a aburrirnos. Primero, ratito de asamblea, luego trabajamos en la mesa, después a jugar a los rincones, luego a ver imágenes de la vendimia en la pizarra digital, después a lavarse las manos, enseguida a almorzar, salimos al patio a juguetear y correr, entramos y bebemos agua, hoy hemos tenido sesión de inglés con la teacher, juegos de vendimia en corro y canciones, y recogida y para casa. ¡Uffffff, suena agotador! Pero se nos ha pasado en un pis-pás.

Hoy queremos empezar desvelando el reto misterioso de ayer. Debíamos pensar y contar en casa quién encontró algo en el patio y se lo llevó a casa. La solución la supimos muchos compis; nuestra amiga ÁFRICA encontró un CARACOL al pasar del patio. Lo adoptó y se lo llevó a casa. Y nosotros le cantamos la canción de "Caracol, col, col...". ADRIÁN, LUCÍA R., ABEL, MARTA y AITANA nos ayudaron con el dilema. ¡Gracias, compis!

Hoy ÁFRICA nos ha contado en el cole que alimentó a su caracol, que asomó la cabeza y los cuernecitos y se puso a caminar por una pared, hacia arriba y sin caerse. ¡Claro, es que los caracoles son muy pegajosos!

Y AITANA, que le dio envidia tener un caracol, nada más salir del cole se fue con su mamá en busca de más caracoles. ¿Y sabéis qué? Que encontró unos cuantos y les preparó una rica lechuga para zampar. ¡Qué divertido! ¡Observad!

Como ya sabéis todas las familias, llevamos unos días adaptándonos al nuevo cole y al nuevo profe, y ya de paso disfrutando y aprendiendo muchas cosas sobre el mundillo de la vendimia, que es algo muy típico de Miguel Esteban, nuestro pueblo. Hoy hemos empezado a recitar una poesía sobre la vendimia, y sin comerlo ni beberlo, nos hemos visto convertidos en vendimiadores y vendimiadoras, en mitad de esa poesía. El profe nos ha dicho que si nos portábamos bien, nos podríamos llevar nuestra poesía de la vendimia a casa. Y eso ha sido lo que ha pasado. Ahora las tenemos que guardar bien en casa, y de vez en cuando, con la ayuda de mamá y papá, recitarla y aprenderla, como lo haremos cada día en el cole. ¿Os gusta la idea? A los compis que no han estado en el cole, les guardaremos las suyas, y cuando vuelvan se las podrán llevar a casa también. Aquí tenéis la poesía de la vendimia y a unos cuantos vendimiadores y vendimiadoras deslomándose la espalda con el sol encima.

Y ya metidos de lleno con el tema de la vendimia, debemos contaros que hemos estado entretenidos llenando los remolques que coloreamos ayer de uvas. Bueno, eran círculos verdes que parecían uvas, y nuestra misión de hoy era llenar los remolques para que pudiesen ir a descargar a la bodega. Ha sido pan comido, porque cada vez se nos da mejor eso de despegar pegatinas con nuestros pequeños deditos.

Y si no nos creéis con lo del inglés, os vamos a presentar a la "teacher" Carmen, que ha venido con una mascota muy graciosa a conocernos y a cantar unas cuantas canciones en inglés. Al principio no entendíamos ni "papa", pero enseguida nos hemos acostumbrado a esa forma de hablar tan rara. Incluso nos ha dado tiempo a repasar los colores en inglés: blue, green, red and yellow. ¡Very good!

¡Cuántas cosas hemos hecho hoy! Pues mañana más, prometido. Ahora nos despedimos con un nuevo reto para pensar en casa. Como hoy hemos estado viendo imágenes de todo lo relacionado con la vendimia y las uvas, debemos hablar en casa con nuestra familia sobre todo eso. Les podemos contar lo que ya sabemos o nos imaginamos que puede ser la vendimia, y que nuestros mayores nos cuenten ellos lo que saben. Y después de la charla, debemos decirles a todos en el blog qué les pasa a la uvas cuando los vendimiadores las han recogido y en qué se pueden transformar, que es algo que hemos estado hablando hoy. Escribidnos en el blog lo que os contemos del tema y mañana lo compartiremos. A ver si nos acordamos de todo... 

¡Hasta el próximo día, vendimiadores!