¡POR FIN LLEGÓ LA EXCURSIÓN AL MUSEO DE LOS DINOSAURIOS!

 Por culpa del Coronavirus llevábamos casi dos años en el Cole del Dragón sin poder hacer una excursión en condiciones. Y cuando hablamos de excursión, hablamos de viajar en autobús todos juntos para visitar o conocer algún lugar interesante y divertido. Ese día ya ha llegado, ¡por fin! Nuestra ansiada visita al Museo Paleontológico de Cuenca ha sido esta semana. ¡Y qué bien nos lo hemos pasado! 

Para abrir boca, nada mejor que un buen desayuno saludable, acompañados de nuestros amiguitos y amiguitas del cole. El miércoles el desayuno no fue en casa, corre que te corre; desayunamos tranquilamente todos juntos en nuestra clase. Cada uno llevábamos nuestro desayuno especial, rico en vitaminas y fibra. O por lo menos se intentaba que fuera lo más sano posible.

Desayunar todos juntos no nos pareció nada MALO. ¡Uy! Sin querer se nos ha escapado la palabra del día que formó y escribió el miércoles MARCE.

Y ahora vamos directamente a la actividad estrella de esta semana. Nos subimos todos al autobús, después de llegar temprano al cole y de habernos dado un buen madrugón. Estamos preparados, emocionados, nerviosos, ansiosos porque el  autobús arranque y nos despidamos de las familias. Nos vamos rumbo a Cuenca. ¿Y qué se nos ha perdido a nosotros en Cuenca? A parte de ser una bonita ciudad, en Cuenca hay un gran museo; el MUSEO PALEONTOLÓGICO DE CUENCA. 

El viaje en autobús es largo para niños de nuestra edad, pero a pesar de eso no se nos hace demasiado largo. Cuando menos lo esperábamos, JAVIER PALACIOS grita que ya estamos en Cuenca. Claro, él se conoce mejor que nadie esa ciudad. Con muchas ganas e ilusión, nos bajamos del vehículo y nos disponemos a almorzar. Aunque es pronto, como hemos madrugado, tenemos algo de hambre.

Y recogemos rápidamente porque tenemos una agenda muy apretada en la visita al museo. Para empezar con fuerza, hacemos ejercicio subiendo una cuestecita para llegar a la entrada.

Antes de pasar al museo, nos asombramos con la visión de un majestuoso dinosaurio. No sabemos su nombre exactamente, porque los pinchos de su lomo nos despistan.

Hay una monitora que se llama Lola que nos recibe y nos lleva directamente a hacer un taller. Pero no un taller cualquiera. Un taller de paleontología. ¿Qué os parece?

Lola nos dio a cada pareja un estuche con todos los instrumentos que necesita cualquier paleontólogo que se precie: paletas, brocha, pinzas, lupa, regla... 

Con los instrumentos preparados, nos fuimos a unos contenedores llenos de arena con un montón de fósiles y cositas por encontrar. Debíamos buscar con cuidado de no echarle a ningún compi la arena encima. Cuando encontrábamos un fósil, lo limpiábamos con la brocha y lo guardábamos en una bandeja. ¡Y a seguir con la búsqueda!

Luego, todo lo que habíamos encontrado en nuestra excavación, lo debíamos comparar con una hoja en la que venían un montón de esas cosas. Lola, poco a poco, nos fue explicando qué era cada cosa. Y además nos contó muchas más cosas interesantes.

Después de este taller tan ameno, nos fuimos a recorrer todo el museo. En cada sala que entrábamos, nos parábamos y Lola nos enseñaba de qué se trataba. Había que estar muy atentos para no perderse ninguna información. Y tampoco podíamos tocar nada de lo que estaba expuesto. Estaba prohibido.

Vimos animales prehistóricos, supimos que hace millones de años en Castilla La Mancha había mar, nos sorprendimos al saber que los dinosaurios que vivían en el mar no eran dinosaurios, sino que se llamaban reptiles marinos... ¡Y conocimos al auténtico dinosaurio de Cuenca, único en el mundo entero!

El dinosaurio que veis a continuación es el CONCAVENATOR CORCOVATUS, y sólo se han encontrado sus restos en Cuenca; en ningún lugar del mundo hay uno igual.

Nos marchamos ya. La visita ha sido rápida pero muy interesante. Fuera hay una zona con más maquetas de dinosaurios que hacen las delicias de los visitantes. A nosotros nos llaman la atención los huevos de dinosaurio rotos.

Por meternos en esa zona de piedras para hacernos una foto de grupo nos llamaron la atención por la megafonía del museo; pero mereció la pena porque es una foto muy chula para el recuerdo. Nos tenemos que marchar al pueblo. Vamos a hacer un pis rápido y al autobús. 

Vamos a jugar a un juego. ¡Hay que adivinar qué niños y niñas se han dormido de verdad y quiénes nos quieren engañar cerrando los ojitos!

La excursión al museo de Cuenca ya pasó. Aunque a nosotros siempre nos quedará un bonito recuerdo de ese día. Hoy en la asamblea hablábamos de las ganas que tenemos de hacer pronto otro viaje todos juntos en autobús, a otro sitio divertido. El profe dice que debemos esperar al año que viene. 

De momento, nos hemos tenido que conformar con el dinosaurio que ha traído RAÚL al cole; AITANA ha formado y escrito la palabra TOPO. Y, entre otras cosas, hemos montado una maqueta de un paisaje típico de la era de los dinosaurios para llevarnos a casa. 

En el reto del último día debíamos escribir varias palabras y rodear unas letras en concreto. Si las ordenábamos correctamente descubríamos la palabra secreta, que era MESA. ¡Muy fácil! JAVIER EGIDO, AITANA, LUCÍA RESCALVO, ABEL y ADRIÁN superaron este reto. ¡Gracias!

Y gracias también a JAVIER EGIDO, ADRIÁN, AITANA, LUCÍA RESCALVO y ABEL, que contestaron que en el mes de junio cumplen años nuestros compis ÁFRICA, CRISTINA, LUCÍA VILLAJOS, ADRIÁN y SAÚL. 

El reto del fin de semana será memorizar la poesía que llevamos en las carpetas de las tareas y cuando la sepamos bien, grabarnos recitándola para luego compartirlo en el blog. Es una poesía sobre una visita a un museo, como lo que hemos hecho esta semana. ¡Qué casualidad!

Y la pregunta de hoy será decir cómo eran los dientes de los dinosaurios carnívoros y cómo los de los herbívoros. ¡Había una gran diferencia!

Nos marchamos hasta la semana que viene. Será una semana más corta y se pasará más rápida. ¡Seguro!